El cemento es un material conglomerante que está formado por una mezcla molida de piedra caliza y arcilla calcinada, cuya principal propiedad es su capacidad de endurecerse al contacto con el agua. El cemento es muy utilizado en obra civil, pero también para algunos arreglos del hogar, por lo que siempre es importante saber cómo hacer hormigón y cemento en casa.
El cemento ha sido uno de los materiales de construcción más utilizados por la humanidad. El primer cemento se utilizó en la Antigua Grecia y era una mezcla de piedra caliza porosa de origen volcánico. Más tarde, los romanos mejoraron la receta original, añadiendo cenizas volcánicas del Vesubio, creando un material que ha resistido milenios bajo el agua, algo imposible para los cementos modernos que no soportan más de 60 años de inmersión sin deteriorarse.
A raíz de las guerras e invasiones que provocaron la caída del Imperio Romano, el ser humano olvida de qué está hecho el cemento y no es hasta el siglo XVIII cuando se vuelve a emplear para crear los cimientos de faros, en este caso la receta del cemento ya añade cal calcinada.
Sin embargo, no sería hasta 1824 cuando aparecería el cemento moderno, patentado como “cemento Portland”, un cemento blanco que proviene de una mezcla de piedra caliza y arcilla calcinada a altas temperaturas. En el siglo XX, gracias a los avances químicos y científicos, se crean nuevas variedades como el cemento líquido o el hormigón fresco.
En este sentido, los hormigones y cementos modernos son una mezcla de silicatos y aluminatos de calcio, que se obtiene al cocer materiales de origen calcáreo, como la arcilla, la arena y las piedras de origen volcánico. Cada tipo de cemento moderno dispone de una composición diferente, por ejemplo, el cemento blanco no contiene hierro, pero sí fluorita y criolita, motivo por el que tiene un color más claro que otros cementos como el ferroso.
Para qué sirve el cemento
Este material de construcción se utiliza para una amplia variedad de propósitos, ya que el cemento es muy versátil y se puede emplear para sellar y proteger paredes, techos y suelos. En este sentido, el uso más habitual del material es el de aislar las viviendas y edificios, así como protegerlos de la penetración de las aguas o para sellar una zona de la circulación del aire.
En este sentido, es importante saber cómo hacer cemento para suelo, por ejemplo, para pavimentar una zona y convertirla en una cancha de básquet con la que jugar con unas zapatillas Nike Revolution 4 opiniones. Pero también será necesario saber cómo hacer cemento muy duro para construir paredes, así como cemento ligero, para sellar esas paredes o sus grietas.
¿Qué se necesita para hacer cemento?
En primer lugar, para hacer cemento se debe contar con las herramientas adecuadas. En este sentido, se necesita disponer de un tamiz, una paleta y un recipiente para realizar la mezcla, que puede ser un cubo de plástico o, si tienes pensado hacer mucha cantidad, una carretilla con la que además podrás transportar el hormigón sin cansarte. Si necesitas hacer una mezcla muy grande, lo mejor es contar con una hormigonera, ya que estas máquinas permiten mezclar enormes cantidades de cemento y, como mantienen la mezcla en movimiento en todo momento, esta no se secará ni se endurecerá, por lo que podrás trabajar en zonas amplias y con grandes cantidades de cemento.
En cuanto a los materiales, para hacer hormigón se requiere cemento, arena y agua. Aunque es posible hacer cemento sin arena (cemento ligero), lo mejor es disponer de la proporción cemento arena correcta, ya que esta será la encargada de absorber la humedad. En este sentido, para los que se preguntan cuánto cemento y arena se necesita por metro cuadrado, la medida correcta es la de 3 medidas de arena por cada una de cemento y de agua.
La arena que se utiliza para elaborar cemento debe ser arena de obra o de río. Esto significa que no sirven todas las arenas como la de la playa, con la que el cemento no se ligaría o sería de muy baja calidad, obteniendo un resultado quebradizo y poco consistente. En algunos casos se utiliza grava cemento, con lo que se obtiene una mezcla mucho más dura.
También es muy importante mantener la relación de agua y cemento correcta, ya que demasiada agua hará que el cemento quede muy líquido.
¿Cómo hacer cemento paso a paso?
Para hacer un mortero refractario casero, es decir, una mezcla de cemento y arena consistente, el primer paso es tamizar bien la arena. Al tamizar la arena, se busca eliminar todas las impurezas posibles, quitando las pequeñas piedras que molestarán al trabajar con el mortero.
Una vez la arena esté tamizada, se añade la proporción indicada al cemento, que suele ser de 3 medidas de arena por cada una de cemento. A continuación, se debe remover la mezcla de cemento y arena para enfoscar, y se añade la misma cantidad de agua que de cemento. En este paso, hay que tener cuidado, ya que si la arena acumula mucha humedad, se debe añadir menos agua, en este sentido es mejor quedarse corto con la cantidad de agua, ya que de lo contrario quedará una mezcla demasiado líquida y ligera.
Para terminar, se debe mezclar todo bien, con la ayuda de una paleta hasta lograr una pasta homogénea, sin grumos y que se mueva bien, quedando ligeramente pegada en los lados.
Para trabajar con el cemento, es muy importante humedecer ligeramente las zonas donde se tiene que aplicar la pasta, ya que si se aplica cemento directamente sobre una superficie seca, este se despegará. Además, si nos pasamos de cantidad al aplicar el cemento sobre cualquier zona, es posible eliminar los excesos utilizando una esponja húmeda o, en el caso de cemento seco, algún estropajo de esparto.
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