Revestir las paredes de la casa con frisos de madera puede ser una buena forma de remodelar las diferentes estancias, pero no se trata únicamente de una opción decorativa, sino que tiene otras ventajas para el hogar.
Un friso de madera puede ser una buena opción para ocultar imperfecciones en cualquier pared. Se trata de láminas de madera que van instaladas sobre rastreles previamente colocados en la pared mediante tacos y tornillos. Este friso puede cubrir total o parcialmente la pared e incluso es posible generar diseños originales alternando zonas con madera y partes sin revestimiento. Además, este es un proceso rápido que no requiere una gran obra de construcción.
Tipos de revestimiento en madera
No todos los frisos de madera son iguales, por esta razón, es importante en primer lugar definir la necesidad de cada caso para tomar la mejor decisión. La manera más práctica de revestir paredes es utilizando tableros o tablas para panelar. En este caso, existen distintas posibilidades, ya que es posible elegir entre las diferentes especies de maderas macizas e incluso utilizar materiales más económicos, como tableros de MDF o aglomerados para después colocar encima una chapa de madera natural. Además, es posible aplicar barnices, lacas o pinturas según el diseño interior de la estancia y el acabado deseado.
Entre las formas más prácticas de revestir paredes está la utilización de láminas preparadas, que son muy parecidas al suelo laminado y resultan fáciles de instalar. Estas por lo general tienen un sistema de clic para sujetar las piezas sin utilizar rastreles, además, ofrecen múltiples diseños para adaptarlas al estilo de la casa. Lo bueno de esta opción, es que el material ya viene tratado especialmente para su uso en paredes, por ejemplo, con tratamientos antihumedad, por lo tanto, es un revestimiento resistente y duradero, aunque también puede ser uno de los más caros.
Otra opción es el método de machihembrado, donde las tablas de madera ya tienen una serie de rebajes que le permiten encajar unas con otras. Es decir, que cada lámina tiene una parte macho por un lado y por el otro una parte hembra, por lo que es posible alinearlas con mucha precisión para no dejar espacios entre ellas. En este sentido, es posible utilizar pintura o algún barniz para el acabado, sin embargo, la variable principal es la especie de madera utilizada, que puede aumentar o disminuir considerablemente el coste final de la remodelación.
Seleccionando la madera para el friso
La madera es uno de los materiales más utilizados en la decoración de casas y el revestimiento de paredes no es la excepción. Una de las principales ventajas es la variedad de maderas naturales y procesadas que existen, ya que esto permite realizar acabados originales dependiendo del diseño de la vivienda. Las diferentes especies de pinos son muy usadas en España para revestimientos en interior, esto es debido a sus colores, pero también a su precio, ya que son de las más baratas. Por otro lado, el roble es considerado un material más duro y elegante, pero también es cierto que tiene un precio elevado.
En lo que se refiere al revestimiento de paredes en el exterior de la vivienda, es muy importante tomar en cuenta el tipo de madera a utilizar. En primer lugar, como ocurre con cualquier objeto de madera para exterior, el material para hacer el friso debe pasar por un tratamiento profundo de impregnación con un producto protector para que sea resistente a las condiciones atmosféricas y pueda durar mucho tiempo. Además, es necesario el mantenimiento constante independientemente del tipo de madera utilizada.
El friso de madera para exterior debe estar elaborado con una especie resistente. En muchas zonas de Europa es utilizada la madera de alerce, que es muy dura y duradera incluso en condiciones de mucha humedad, por lo que se usa también en construcciones navales. No obstante, también pueden ser buenas opciones algunas especies tropicales de maderas, como el balau, la teca o el ipé.
¿Cómo instalar un revestimiento de madera en la pared?
Una de las ventajas del revestimiento de madera es precisamente que puede ser instalado por cualquier entusiasta del bricolaje con un conocimiento mínimo. Los materiales y herramientas para esta tarea pueden variar un poco dependiendo del tipo de friso que quieras colocar en la pared, pero en esta oportunidad podemos mencionar rastreles con sus tornillos y tacos, cola de contacto, láminas machihembradas o tablas para panelar, molduras para hacer el zócalo, así como grapas o clavos para sujetar el friso a los rastreles. También, es posible que necesites taladro, clavadora y sierra eléctrica o manual, además de algunos instrumentos de medición como escuadra y metro para realizar cortes exactos.
Como consejo inicial, antes de colocar el revestimiento es recomendable corregir los desniveles de la pared con pasta niveladora en donde sea necesario. No está de más recordar en este punto que el friso debe ser instalado comenzando por uno de los extremos de la pared, para seguir una secuencia que garantice un acabado más limpio, de otro modo es posible que se vean las grapas o que sea imposible colocar las láminas anteriores, sobre todo si usas piezas machihembradas.
A continuación, debes cortar los rastreles según la medida de la pared y proceder a taladrar los agujeros para los tornillos. Es recomendable dejar una separación de 40 a 60 cm entre cada tornillo. Una vez que tengas la base de listones, puedes comenzar a colocar el friso. Si tienes madera machihembrada, puedes colocar la primera lámina en el extremo de la pared, con la parte hembra a la vista, cuidando la nivelación porque esta será la guía para los demás tableros.
Para sujetar las láminas a los rastreles, aunque cuentes con la mejor clavadora o grapadora, es importante utilizar las grapas o clavos correctos según el tipo de madera. Asimismo, hay herramientas diseñadas específicamente para colocar revestimientos en las paredes, debido a que algunas herramientas muy potentes con clavos grandes pueden dañar las láminas de la pared. También, es importante que los clavos queden en los extremos, para que después puedas ocultarlos con las molduras en la parte superior e inferior del friso. El zócalo no va fijado con clavos sino con cola de contacto para un acabado más estético.
DEJA UN COMENTARIO
0 COMENTARIOS