La aparición de grietas y agujeros en las paredes es más común de lo que podemos pensar. Estos desperfectos se producen después de un trabajo de fontanería o electricidad, pero también con el paso del tiempo puede ocurrir cierto deterioro debido a pequeños golpes accidentales.
Colocar elementos decorativos y obras de arte en las paredes es una buena forma de cambiar el aspecto de un espacio. Sin embargo, muchas veces descartamos la idea por temor a dañar las paredes durante el proceso. Es por esto que vale la pena aprender a rellenar agujeros en la pared, para de esta forma realizar todas las modificaciones necesarias sin que nos invadan las dudas.
El mejor producto para tapar agujeros en las paredes
Tapar los orificios y otros defectos puede hacer una gran diferencia a la hora de reparar paredes, es por esto que se trata de una práctica muy común en los hogares. Hace algunos años, se usaba yeso o escayola para tapar agujeros, sobre todo en techos hechos de este material. En ese caso, había que mezclar el yeso en polvo con agua para crear una masa consistente y así resanar las zonas problemáticas.
En la actualidad, existen muchos productos que sirven para este fin, algunos vienen listos para ser utilizados y otros son muy fáciles de preparar, pero es importante saber que cada uno ha sido fabricado para unos usos específicos, de acuerdo a la composición y las propiedades del material, por lo tanto, hay que revisar bien las características antes de hacer la compra.
En este sentido, podemos decir que la masilla para tapar agujeros es la solución más práctica para utilizar en paredes, ya que la mayoría de las grietas y orificios que surgen en las casas son pequeños y este producto viene en cantidades mínimas, es relativamente barato y está listo para ser utilizado inmediatamente.
La clave para elegir una buena masilla está en la capacidad que tenga para mantener el volumen después del tiempo de secado. Generalmente, la masilla tiende a mermar, por lo tanto, una vez que se seca hay que volver a aplicar otra capa y repetir el proceso las veces que sea necesario para tapar completamente el agujero. No obstante, si elegimos una masilla que no disminuya su tamaño, el proceso es más rápido y sencillo, ya que solo debemos aplicar una vez.
Paso a paso: Tapar un agujero en la pared
Si te estás preguntando cómo tapar un agujero grande en la pared, debes saber que necesitas comprar un bote de masilla que tenga una cantidad adecuada dependiendo del daño que tenga la pared. En casos extremos, es preferible rellenar un agujero de pared con cemento, para esto hay que preparar un mortero con arena y agua, de modo que solo tengamos que utilizar la masilla para el acabado.
Sin embargo, aquí te presentamos una serie de pasos sobre cómo tapar un agujero en la pared sin cemento, en caso de que sea un trabajo de reparación menor. Para este proyecto de bricolaje necesitamos una espátula, una lija de grano fino y una masilla de alta calidad que no merme.
- Comprobar el tamaño real del agujero
Tanto las grietas como los agujeros en las paredes nos pueden engañar a simple vista, ya que a veces parecen pequeños, pero es posible que una zona más grande haya sido afectada. En este sentido, lo más recomendable es revisar con la punta de la espátula triangular, para comprobar la magnitud real del daño en la pared.
Además, aunque parezca difícil de creer, un agujero demasiado pequeño en la pared puede ser más complicado de tapar, por lo que es recomendable abrir un poco, haciendo círculos con la punta de la espátula de metal. Si se trata de una grieta, puedes hacer todo el recorrido con la herramienta varias veces hasta comprobar que no haya un resquebrajamiento más profundo en la pared.
- Limpiar la superficie
Independientemente del tipo masilla que tengas, generalmente este producto se adhiere mejor cuando la superficie está completamente limpia, pero el uso de la espátula puede generar polvo en exceso, por lo que es necesario limpiar con una brocha seca. Este paso se puede agilizar si utilizas un aspirador, además, esto garantiza una limpieza más profunda para una mejor fijación de la masilla en la pared.
- Aplicar la masilla
Esta es la parte más importante al reparar un agujero en la pared. Lo primero que debemos mencionar en este punto es que si tienes masilla en polvo hay que utilizar 500 ml de agua por cada kilo y mezclar hasta obtener una masa homogénea. Para esto no es necesario utilizar una hormigonera (aquí encuentras unas opciones de compra), ya que lo puedes hacer con la misma espátula. Si por el contrario, has comprado masilla lista para usar, es bueno removerla bien antes de aplicar.
Por otro lado, es recomendable añadir la masilla en cantidades pequeñas, para evitar el exceso y las protuberancias. En el caso de las grietas, hay que aplicar primero en forma perpendicular y después a lo largo de la falla, para de esta forma rellenar de manera uniforme.
- Lijar y pintar
Si al secar notas que la masilla ha mermado, solo tienes que lijar un poco la superficie, limpiar y aplicar una segunda capa. Cuando esté completamente seca, hay que lijar de nuevo para emparejar. La mejor manera de disimular este tipo de reparaciones es pintar toda la pared, para evitar la diferencia entre la pintura nueva y la antigua. Sin embargo, en algunos casos basta con pintar la zona reparada.
Como podemos observar, tapar grietas de pared puede ser bastante sencillo si utilizamos el producto adecuado, pero para esto es importante tomar en cuenta el tipo de superficie a reparar y el tamaño del agujero.
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