El hormigón es uno de los materiales más utilizados en el área de la construcción, tanto a nivel doméstico como industrial. Sin embargo, se trata de un producto compuesto, por lo que es importante tomar en cuenta la cantidad de cada ingrediente para conseguir una mezcla que se adapte a las necesidades del proyecto.
La historia de la construcción no sería la misma sin el hormigón, también llamado concreto. Este material tiene su origen en las primeras edificaciones con materiales arcillosos, ya que se hizo necesario preparar una mezcla con cal o arcilla para unir las diferentes piezas y así levantar muros. Sin embargo, aunque todavía se utilizan para hacer cemento, la verdad es que estos conglomerantes eran bastante débiles, por lo que sucumbían fácilmente ante las condiciones atmosféricas.
Por esta razón, en el Antiguo Egipto se utilizaron rocas calizas con yeso y agua para crear las pastas homogéneas que permitieron revestir grandes monumentos arquitectónicos, como la Pirámide de Keops, que tiene más de 4.000 años.
Materiales y proporciones para preparar hormigón
Si no sabes cómo se hace el hormigón es importante que conozcas en primer lugar los materiales que se necesitan. Es necesario aclarar en este punto que la densidad del hormigón varía de acuerdo a las proporciones de los ingredientes utilizados, por lo tanto, es fundamental definir el uso antes de preparar la mezcla.
Por lo general, el concreto debe tener una parte de cemento, dos de arena y tres de grava, lo que se conoce como hormigón de proporciones 1 m3 1:2:3. En cuanto a la cantidad de agua, depende del trabajo a realizar, pero es posible que sea suficiente con una proporción igual que la del cemento. Para trabajos de bricolaje puntuales, como tapar un agujero en la pared, se utiliza una mezcla firme que lleva poca agua, pero para el encofrado en grandes construcciones, es necesario agregar más agua para facilitar el asentamiento del material en las estructuras de acero corrugado y al mismo tiempo disminuir el peso del hormigón armado.
No obstante, hay que tomar en cuenta que al tiempo que aumenta la plasticidad del concreto, el agua también disminuye la resistencia final del hormigón, por lo tanto, no es recomendable agregar mucha agua a la mezcla, a menos que se trate de una estructura con un buen refuerzo de metal.
Por otra parte, los componentes del hormigón pueden definir la calidad de la construcción. En la mayoría de casos, se utiliza el cemento Portland como aglomerante principal, un producto compuesto por porciones de cal y arcilla calentadas a altas temperaturas, que resulta muy resistente, duradero y económico, por lo que es apropiado para proyectos de gran envergadura. Sin embargo, en la actualidad existen aditivos especialmente diseñados para cambiar las propiedades del hormigón, como el tiempo de fraguado, la consistencia, entre otras, agilizando así los procesos. La cantidad de estos productos depende de las proporciones del hormigón.
Pasos para preparar concreto en casa
La dosificación del hormigón casero es la misma que para las obras de ingeniería, pero la preparación varía, sobre todo a causa de las proporciones. En las grandes construcciones, se utiliza una hormigonera industrial, debido a que es necesario mezclar cantidades considerables de material. Por su parte, en los hogares generalmente se mezcla el hormigón de forma manual, utilizando una espátula y una cubeta en los trabajos menores, pero si es una mayor cantidad, es más práctico hacerlo en una superficie amplia y plana. Veamos a continuación el paso a paso para realizar hormigón en casa directamente en el suelo.
- Definir las proporciones
El primer paso es definir la cantidad de cada material que vamos a utilizar para realizar el hormigón. Para esto puedes utilizar una balanza, pero también es posible calcular las proporciones si tienes varios cubos del mismo tamaño. Si este es el caso, debes llenar un cubo de cemento Portland común, dos cubos de arena y tres de grava, cuidando que todos tengan el mismo volumen de material. Es bueno aclarar que las cantidades no tienen que ser exactas, pero sí lo más aproximadas posible para obtener un buen resultado.
- Elaborar un cono, montón o volcán
Si te preguntas cómo hacer hormigón para suelo o cualquier tipo de construcción, debes saber que una parte importante es la mezcla de los ingredientes áridos y el aglutinante cuando aún están secos. En este sentido, lo más recomendable es hacer un montón en un suelo liso y plano. La idea es vaciar los cubos, pero progresivamente, por ejemplo, agregar un poco de arena, algo de cemento y grava para hormigón, siempre en la cima del montón para que el material se extienda. De este modo, debes añadir los materiales intercalados hasta formar un montón con forma cónica de volcán.
- Mezclar los materiales áridos
Con la ayuda de una pala de construcción, hay que hacer un segundo montón al lado del primero, trasladando los materiales de un lugar a otro, tratando de soltar el contenido siempre en la cima del volcán. Notarás que los materiales se comienzan a mezclar hasta adquirir un tono más neutro. Los expertos recomiendan hacer este procedimiento 3 veces, por lo que debes devolver el montón hasta la posición inicial y después volver a hacer el segundo volcán con el mismo material.
- Agregar agua y mezclar
Este es el paso más importante a la hora de hacer hormigón a mano, ya que si añadimos demasiada agua la consistencia será muy líquida, pero si agregamos poca puede quedar pesada y difícil de utilizar. Por esta razón, hay que colocar el agua de manera progresiva, debido a que la cantidad necesaria depende de los agregados; algunas veces la arena viene húmeda, por lo tanto, la mezcla requerirá menos líquido.
Solo debes hacer un agujero en el centro del montón y proceder a colocar un poco de agua. Es recomendable esperar que los materiales absorban esta primera cantidad de líquido y verificar después si hace falta humedecer un poco más. La idea es trasladar los ingredientes secos desde los bordes del volcán hacia el centro, dónde has agregado el agua, para después remover con la punta de la pala. Es importante mezclar bien todo antes de incorporar más agua.
Finalmente, solo queda señalar la importancia de preparar la cantidad justa de mezcla de acuerdo a la necesidad, para de esta forma utilizar todo el hormigón preparado y así no perder los materiales.
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