Preguntas más frecuentes sobre Mordazas

Última actualización: 27.07.24

 

Q1: ¿Cómo utilizar una mordaza?

Para utilizar una mordaza no tenemos más que colocar el material que queremos colocar sobre la pieza, aunque abriendo al máximo la misma para luego irla cerrando. Este cierre puede ejecutarse mediante una palanca incluida o bien mediante el mecanismo incluido en la propia mordaza, facilitando así el procedimiento de dejar tanto la mordaza como aquello que sujete debidamente fijo a la hora de trabajar. Una vez que hayamos terminado de usar la mordaza no tenemos más que soltar la misma, ejecutando el proceso inverso al que hemos empleado para cerrar la misma.

 

Q2: ¿Cómo hacer una mordaza?

Para crear una mordaza necesitaremos dos piezas de madera y dos varillas roscadas. Empezaremos cortando los listones a la medida que sea necesario, conforme a lo que tenemos previsto “amordazar” durante nuestro trabajo. Una vez cortada la madera realizaremos dos agujeros a un par de centímetros de los extremos, del mismo diámetro de las varillas roscadas. Estas varillas roscadas serán las que darán la apertura o cierre de la mordaza, para lo que necesitaremos de dos tornillos y dos palometas. Colocaremos las varillas en uno de los lados, fijándolas con tuercas y dejando un centímetro de la misma visible. Al otro lado usaremos las palometas, que se irán moviendo para ajustar el ancho de la mordaza a lo que necesitemos.

 

Q3: ¿Cómo ajustar una mordaza?

El ajuste de la mordaza se realiza con los mecanismos que la misma ponga a nuestra disposición. En algunos casos tendremos que girar una manivela, que activa la rosca correspondiente, mientras que en otros modelos puede que tengamos que girar una palometa o un elemento similar. En otros productos es posible que tengamos que encajar una barra en una estructura, aunque este último sistema no es de los más frecuentes.

Q4: ¿Cómo pintar mordaza?

Para pintar una mordaza cuyo remate se haya deteriorado empezaremos eliminando todos los restos de la pintura vieja, empleando para ello lija, un decapante o una pistola de calor, dependiendo del estado actual de la pintura. A continuación aplicaremos una imprimación sobre el metal, que proteja el mismo frente a los elementos y nos sirva como base para el siguiente paso. Este paso es la aplicación de la pintura correspondiente, siendo recomendable recurrir a un esmalte de alta calidad, que sea capaz de soportar las duras torsiones a las que se verá expuesto el metal durante el uso de la mordaza.

 

Q5: ¿Cómo liberar mordaza atascada?

Cuando una mordaza se atasca esto suele deberse a un exceso de presión en la pieza. Un proceso que podemos tratar de solucionar con un aceite lubricante, que sea capaz de romper la unión existente entre ambos elementos y facilite la liberación. Un proceso en el que también podemos mover la pieza atascada o bien la propia mordaza sobre la superficie de trabajo, de forma suave y creciente, al objeto de lograr que se libere la herramienta. En caso de que el problema no se resuelva habrá que recurrir a la fuerza, mediante un martillo y un punzón o similar.

 

Q6: ¿Qué mantenimiento requiere la mordaza?

En general, las mordazas no necesitan de un mantenimiento excesivo siempre que las mismas se utilicen correctamente. Esto pasa por no golpearlas, no exceder la presión recomendada ni exponerlas a la humedad ni a otros elementos agresivos como ácidos o similares. Como mantenimiento preventivo basta con limpiar las mismas adecuadamente así como añadir un poco de lubricante en las zonas móviles, a fin de que estas sigan funcionando adecuadamente y no se atasquen. Si las mordazas se usan en entornos muy sucios también conviene eliminar dicha suciedad, procediendo después al engrase que acabamos de mencionar.

 

Q7: ¿Por qué la mordaza se mueve estando cerrada?

Este efecto puede deberse a que la mordaza no está todo lo cerrada que debería de estar. En este caso basta con apretar con firmeza la mordaza todo lo que sea necesario para evitar estos movimientos. También puede darse el caso de que la mordaza no esté correctamente colocada sobre la mesa de trabajo, de modo que al hacer fuerza esto provoca el movimiento. Finalmente, es posible que la mordaza este ya pasada, de modo que cuando le aplicamos presión a la misma esta no es capaz de soportar la fuerza y genera el movimiento. Un problema cuya única solución pasa por reemplazar la mordaza por otra que esté en condiciones.

 

 

 

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