La restauración de muebles antiguos es una actividad que se practica desde hace mucho tiempo, siendo considerada incluso como un arte. Hoy sigue siendo bastante popular y las opciones son prácticamente infinitas, considerando que pueden hallarse posibles proyectos en eventos tan comunes como los mercados de pulgas, ventas de garaje, entre otros.
Los muebles antiguos o de época tienen un estilo bastante particular que los hace resaltar entre las alternativas minimalistas que están de moda hoy en día. Por ello, no es de extrañar que, aun cuando se trate de mueblería que estuvo de moda hace décadas o incluso siglos, tengan un gran séquito de fanáticos que prefieren un mueble adornado de forma elegante, con florituras y diseños en relieve que una mesa.
Dentro de este contexto, te ofrecemos una guía con la que podrás iniciarte en la restauración de muebles antiguos. Ya sea que hayas heredado una cómoda de tu bisabuela o encontrado un armario de estilo victoriano en una venta de antigüedades; restaurarlos y devolverles su brillo original no es un proceso tan difícil como imaginarías.
Pasos para restaurar muebles de madera antiguos
Si te has interesado por saber cómo restaurar un mueble antiguo para usarlo o evitar que se dañe, aquí te presentamos los pasos que deberás seguir tanto para proteger la antigüedad en sí como para darle un acabado como si estuviera recién salido de la tienda:
1. Limpieza del mueble
Lo primero que deberás hacer al iniciar el proceso para restaurar un mueble antiguo es limpiarlo a profundidad.
Para ello, te aconsejamos emplear herramientas que no sean demasiado agresivas con los materiales; tales como paños de microfibra, algodón, esponjas o lijas metálicas de cocina. Estas te servirán para sacar el polvo y, además, puedes mojarlos en agua con alcohol para desinfectar las superficies del mueble y quitar suciedad como tierra, telas de araña, entre otros.
2. Desmontando sus piezas
El siguiente paso te permitirá tratar el mueble más a fondo, para que la restauración permita disfrutarlo durante mucho más tiempo.
Comienza a desmontar el mueble pieza por pieza sacando los tornillos que unen las puertas, así como también las gavetas y estantes removibles. Después, sepáralas en categorías para ir tratándose una por una y aprovecha de limpiar las rendijas a las que no podías acceder antes.
3. Eliminando la carcoma
Durante el paso de desmontar, te aconsejamos analizar el estado de la madera del mueble para corroborar si existe o no la presencia de carcoma.
Esta se presenta en la forma de pequeños agujeros. Si esto no se trata, los insectos que la producen seguirán pudriendo el material y eventualmente harán inservible al mueble.
Para deshacerte de ellos tendrás que aplicar productos anti termitas con ayuda de una brocha hasta llenar todos los agujeros de carcoma que puedas ver. Después, envuelve las piezas del mueble en plástico y déjalas reposar por 2 días. Una vez concluido el tiempo, repite el proceso nuevamente.
4. ¿Disolvente o lijadora?
Ahora que te has desecho de las plagas en el mueble, deberás decapar la madera barnizada, para poder aplicar una capa nueva que tenga las propiedades intactas para protegerla.
Si te preguntas cómo decapar un mueble, esto tiene un par de soluciones, siendo las más comunes emplear un disolvente para quitar el barniz antiguo con una brocha o usar una lijadora, la cual deberá ser empleada con mucho cuidado para no afectar los detalles que tenga el diseño de la madera.
La lijadora, a su vez, también podría resultar ser una buena solución si te estás preguntando cómo pintar un mueble de melamina que tenga una capa antigua de pintura difícil de sacar con disolventes, ya que agilizará la tarea y te permitirá controlar hasta qué punto quieres trabajar la madera.
5. Aplicación del barniz
Antes de aplicar barniz al agua o sintético te recomendamos volver a limpiar la madera para sacar el polvo que haya podido producirse después del uso de la lijadora o los restos de pintura que quedaron al usar la brocha con disolvente.
Esto es debido a que, si la superficie no se encuentra totalmente limpia, el barniz se mezclará con las partículas y se crearán imperfecciones en el acabado.
Al tener todas las piezas limpias y preparadas, podrás comenzar a aplicar una capa del barniz de tu preferencia, la cual debe secarse por un período de al menos 24 horas. Cuando esté lista, usa papel de lija semi suave para crear rugosidad sobre las caras del mueble y aplica una nueva capa de barnizado, para dejar secar nuevamente por un día completo.
6. Poniendo cera
Cuando se haya cumplido el tiempo de secado, toma la cera para muebles y moja la esponja o el paño de microfibra en ella para después comenzar a esparcirla por encima de todas las caras que serán visibles al volver ensamblarlo.
Por ejemplo, si estás en el proceso de restaurar una mesa de comedor, solo tendrías que poner cera sobre la cara superior del mueble, sus bordes y pies, ya que es lo que se verá al ponerla en su lugar.
7. Puliendo la madera
Ha llegado ahora el turno de pulir. Esto puede ser llevado a cabo de forma manual o mecánica dependiendo de la estructura del mueble. Sin embargo, te aconsejamos emplear un taladro con un disco de pulido siempre que puedas para agilizar el proceso.
Pule todas las zonas donde hayas aplicado cera hasta que queden brillantes y, al finalizar, solamente quedará volver a ensamblar el mueble para instalarlo en casa y disfrutar de él durante muchos años más.
Recomendaciones
Como consejo adicional, al reciclar muebles, procura reemplazar las piezas metálicas que estén corroídas, tales como tornillos, rodamientos, perillas y asas, ya que podrían afectar tanto el acabado estético del mueble como la durabilidad del proceso de restauración.
Sumado a esto, no puedes olvidarte de usar la protección adecuada. Esto incluye elementos como guantes industriales, lentes de seguridad, mascarillas con filtro y también un delantal con el cual mantener limpia tu ropa al trabajar.
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