Trucos y consejos para barnizar la madera

Última actualización: 26.07.24

 

La madera es un material que siempre da un toque diferente a cualquier espacio. Lo mejor de todo es que con un producto adecuado es posible teñir madera o conseguir un acabado de madera natural cómodamente.

 

Si miramos a nuestro alrededor, encontraremos madera barnizada en muchos elementos de nuestro hogar. Entre ellos, se encuentran las puertas, pero también todo tipo de muebles e incluso otros complementos, como los frontales de los armarios empotrados. Hablamos de un material que da un toque especial a cualquier estancia y que no requiere mucho mantenimiento, gracias a la calidad de los barnices para madera que encontramos hoy día en el mercado.

No obstante, el barniz tiende a apagarse con el tiempo y requiere de una renovación periódica. También es posible que quieras cambiar el aspecto de esa madera barnizada y darle un toque diferente, sobre todo después de pintar una habitación. Para que te sea más fácil ejecutar esta tarea, te enseñamos cómo barnizar un mueble, una puerta o cualquier otro elemento de tu casa que esté cubierto con este producto.

 

Eligiendo el barniz

Lo primero que debemos hacer, con independencia de lo que vayamos a pintar, es elegir un producto adecuado a dicho uso. Si le echamos un vistazo a cualquier lineal de una tienda de bricolaje o al catálogo de un fabricante de barnices para madera, veremos como la oferta es considerable. Algo razonable, por otra parte, dado que no se requieren las mismas propiedades de un barniz para madera interior que para un suelo o el que se utiliza para barnizar madera exterior, como la de las barandillas y pérgolas.

Por eso, es clave elegir adecuadamente el producto a utilizar según lo que corresponda. Para barnizar maderas en interior, puedes recurrir al barniz al agua, fácil de aplicar y sin olores. Si es para exteriores, deberás usar barnices sintéticos y con filtro UV, que se deterioren menos con el sol. Y si es para suelos o tarimas, lo mejor es el barniz poliuretánico, que te da mayor resistencia y durabilidad al contacto.

Cómo barnizar una puerta

Si tenemos que barnizar una puerta, lo primero que debemos hacer es sacarla de las bisagras y desmontar las mismas, así como los pomos, manetas y demás elementos metálicos que tenga. A continuación, es necesario lijar la puerta de madera con una lija gruesa, a fin de eliminar los restos de barniz viejo que tenga. Un punto clave cuando se trata de saber cómo barnizar una puerta ya barnizada ya que, si no lo hacemos, es probable que el resultado no sea el adecuado.

Una vez tenemos la puerta lijada, empezaremos a aplicar el barniz nuevo, moviendo la brocha de forma suave y siempre en la misma dirección, que debe ser la que nos marca la veta. Es importante que no carguemos mucho la brocha de barniz, para evitar que queden restos durante el proceso. Daremos una primera mano, que dejaremos secar por completo. Si no sabes cuánto tarda en secar el barniz que estás usando, basta con que leas la etiqueta del producto. 

Una vez seco, daremos una segunda mano de lija al producto, aunque en este caso usando un grano más fino. La idea es eliminar posibles excesos y crear una mayor adherencia para esta segunda capa. No te olvides de limpiar el polvo que quede sobre la superficie antes de pintar de nuevo.

 

Cómo barnizar un mueble

El proceso de barnizado de un mueble es bastante parecido al que hemos comentado para la puerta. Para empezar, desmontamos los tiradores, herrajes, guías y demás elementos que puedan estar montados sobre el mueble. Si este está sucio y desgastado, seguramente nos interese limpiarlo antes del lijado. Si no sabes cómo limpiar madera vieja, no te preocupes. Basta con mezclar un poco de aguarrás con un chorrito de amoniaco e ir empapando la madera con ella para eliminar la suciedad incrustada. Además, la mezcla hidrata el material, lo que vendrá bien para el proceso de pintado. Después, se enjuaga con agua y jabón y se deja secar un par de días.

Una vez limpia la madera, no tenemos más que lijar la misma, empezando por una lija gruesa y acabando con una más fina. La idea es eliminar todo el barniz y suciedad que haya podido quedar, pero dejando una superficie agradable. 

Procederemos a barnizar con un producto adecuado al acabado que queramos, aunque si el mueble tiene un acabado natural y no ha sido pintado antes, se recomienda recurrir a una selladora para madera antes de aplicar el barniz. En cualquier caso, es necesario lijar de nuevo tras el sellado y entre la primera y la segunda capa. Con esto realzamos más la belleza del mueble y reforzamos ese exterior.

Cómo barnizar en exteriores

Tanto si tienes que barnizar puertas, muebles o barandillas en exteriores, es necesario tener en cuenta tres cuestiones. Una de ellas es elegir un producto adecuado a ese uso, como decíamos al principio. Otro punto importante es lijar en profundidad, para renovar por completo el barnizado existente. Y el último aspecto es el número de capas a dar. Generalmente, el barnizado de maderas en exteriores requiere 3 o 4 capas, frente a las dos que necesita una puerta o un mueble de interior.

Esta capa extra trabaja junto con los componentes de la pintura elegida para proteger adecuadamente la madera frente a las inclemencias del tiempo, el frío y la humedad, mejorando su durabilidad.

Para cerrar nuestro artículo, te dejamos algunos trucos extra para realizar cualquier barnizado.

  • Aprovecha el proceso de lijado para reparar las superficies dañadas, igualando las mismas o bien rellenando con masilla los huecos que puedan existir.
  • Sigue siempre la dirección de la veta durante el barnizado, especialmente en caso de acabados transparentes.
  • Si eliminar el barniz viejo te resulta difícil con la lija, puedes recurrir a una pistola de calor o a un decapante.
  • Es fundamental mezclar bien el barniz dentro del bote, para que este rinda todo lo bien que debe. También es clave respetar los porcentajes de dilución indicados por el fabricante.

 

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